Preguntas Frecuentes

El número varía entre 90 y 110 niños. Nosotros trabajamos con el objetivo de que los niños se reintegren a su núcleo familiar en cuanto se logre resolver el problema que ocasionó su llegada al Albergue. Por eso el número es variable.

Además apoyamos también a muchos niños de manera externa, ya que por alguna situación no pudieron ingresar a la institución.

Son remitidos por las autoridades de Asistencia Social (el DIF o el IJAS) o por la Procuraduría cuando los encuentra en la calle. En ocasiones también son traídos al Albergue por alguna persona de buena voluntad que busca ayudarles. En estos casos, siempre solicitamos una investigación del departamento de Trabajo Social del IJAS, y una notificación oficial de que ellos avalan su ingreso.

Recibimos niños de 4 a 10 años, con un rezago educativo no mayor a 2 años y que sean provenientes de familias disfuncionales o extrema pobreza. Los niños egresan de la institución cuando la familia concluye con su plan de egreso y logran resolver toda la problemática por la cual el niño ingreso a la casa hogar.

Ninguno de los niños de la Institución es huérfano, sin embargo una pequeña parte de nuestra población beneficiada se encuentra a cargo del consejo estatal de familia ya que por alguna situación sus padres no pueden convivir con él menor. La mayoría de los niños que ingresa provienen de familias disfuncionales o de extrema pobreza, con necesidad de apoyo integral para superar las condiciones que viven.

En el Albergue contamos educadores y psicólogos los cuales se encargan de brindar una atención adecuada a cada uno de los beneficiarios. También contamos con personal de cocina y mantenimiento, así como grupos de voluntarios que apoyan en diferentes actividades.

No. La Institución fue formada por un grupo de amigos profesionistas, con la única intención de ayudar a niños necesitados. El objetivo siempre ha sido darles un hogar y formación basada en los valores humanos y espirituales. Debido a que en nuestro País la gran mayoría de la población es Católica, procuramos que los niños reciban catequesis y vivan las prácticas religiosas que común mente se acostumbran en las familias mexicanas. Respetamos la inclinación que cada niño sienta en este aspecto, así como las decisiones que en un futuro tome como adulto; pero queremos ofrecerles una opción que pueda darle sentido a su vida y una respuesta a sus necesidades espirituales actuales y futuras.

La Institución se sostiene con los donativos que recibe de todos los amigos que generosamente aportan una cantidad mensual cargada en sus tarjetas de crédito, o que se recolecta en sus domicilios. Algunas empresas cubren cada mes una o varias becas alimenticias o educativas para los niños. También recibimos donativos ocasionales de personas, empresas, o de Fundaciones; así como donativos en especie: alimentos, ropa, zapatos… etc.

Nuestra Institución no da niños en adopción; pero te pueden ayudar en “Tiempo Nuevo de Guadalajara, A.C.” Es una institución seria que facilita y capacita a las personas para adopciones. Su teléfono es 3616 4283 ( www.tiemponuevo.org ). Otra opción es la Asociación VIFAC (Vida y Familia). Sus teléfonos son: 3817 7402 y terminación 03 y 04   (  www.vifac.org ).

Sí son deducibles. El Albergue Infantil los Pinos, A.C. está registrado en el DIF, en el JAS y en la Secretaría de Hacienda. Su nombre ha aparecido año con año en el Diario Oficial como Institución autorizada para expedir recibos deducibles de impuestos, lo cual es un beneficio adicional para quienes reciben la satisfacción personal de donar algo para ayudar a los más necesitados.

Claro que sí. Nosotros invitamos a todas las personas a que lo conozcan, convivan con los niños y constaten la labor educativa que se está realizando. Lo único que pedimos es que se comunique con Sandra Ortega, para agendar una cita y programar la visita.

Ser padrino de un niño es una experiencia muy satisfactoria y es normal que sientan ganas de visitar a tu “ahijado”, llevarle regalos y convivir con él; desafortunadamente por cuestiones de reglamento esto está prohibido. Claro que en alguna fecha importante se le puede llevar un regalo al niño pero no se permite el contacto directo con el BH, esto puede generar envidias en los demás niños, los cuales no han sido apadrinados, y en este caso lo que se hace es que se reciben los regalos y en el momento que el educador considere pertinente se le entrega el regalo al niño.

No. La mayoría sale los fines de semana con su familia. No queremos desarraigar a los niños, ni fomentar la irresponsabilidad por parte de sus familiares. Aquellos que no tienen a nadie o los que no deben visitar a sus núcleos familiares por situaciones de violencia intrafamiliar o por otros motivos se quedan en la institución al cuidado de educadores y ocasionalmente se les consiguen paseos o salen a parques, unidades, etc… También se programan todos los años, una o dos salidas todos juntos durante las vacaciones, a campamentos o lugares recreativos, cercanos a la ciudad.

Siempre tratamos que los niños alcancen el más alto nivel educativo posible. Algunos han llegado al nivel de preparatoria e incluso a cursar la universidad. Por desgracia, la mayoría de los niños que ingresan al Albergue, sufrieron desnutrición en sus primeros años de vida y estimulación temprana muy deficiente. Esto se refleja posteriormente en incapacidad para manejar conceptos abstractos y complejos que exigen los niveles educativos medio y superior. Cuando esto sucede, encausamos a los jóvenes hacia carreras técnicas y oficios que tienen una menor exigencia en el área intelectual, pero que a veces logran remuneraciones económicas similares a los profesionistas, y en ocasiones hasta superiores. Lo importante es que lleguen a ser personas de bien y promotores de una sociedad mejor, más justa y más humana; que es lo mismo que estamos tratando de hacer, todos los que colaboramos con esta noble institución.

Es importante que todos los niños aprendan a cooperar y hacer labores de la casa, de acuerdo a la edad que tienen. Las actividades de limpieza son una excelente oportunidad para ir adquiriendo los hábitos que les permitirán en el futuro acceder a las fuentes de trabajo y a las oportunidades que van a necesitar para ser autosuficientes y abrirse camino en la vida. Los talleres por los que los jóvenes van pasando, son una excelente escuela para este objetivo. Con frecuencia participan en la cocina, aprendiendo a preparar los alimentos, o en áreas de mantenimiento básico; y en general, siempre se busca que se involucren en ese tipo de actividades que son altamente formativas.