Mercadotécnia Filantrópica

Todas las empresas realizan inversiones importantes para posicionar sus marcas en el mercado. Por desgracia, cada día su publicidad tiene que competir con más y más anunciantes, que libran una feróz contienda, por ganar la atención de los posibles compradores.

No es sólo el nivel de saturación en el público, lo que hace que la publicidad tenga cada vez menos impacto. Un nivel de educación mayor, motiva a la gente a interesarse cada vez más, en la calidad moral de las empresas que producen o venden los artículos que ellos compren. Está visto que el público recuerda con más agrado una marca que apoya una obra social, que la que menciona las bondades de su producto.

Las empresas saben que a la gente le gusta sentirse bien, haciéndo una buena obra. Por eso cada día es más frecuente ver campañas en las que se le informa al consumidor que “una parte de su compra se destinará a una causa noble”.

Este tipo de promoción incrementa el consumo del producto y genera una mecánica en la que todos ganan. La empresa tiene la satisfacción de cumplir con un compromiso social y obtiene un aumento marginal en sus ventas. El consumidor comparte esa satisfacción de sentir que hace una pequeña obra por alguien que lo necesita. La marca mejora su imagen ante el público. Y más que nada, ganan las personas que reciben la ayuda de la institución a la que es canalizado el apoyo.

La inversión en imagen tiene también una importante taza de retorno a mediano y largo plazo. Esto lo saben muy bien todas las empresas y las personas de los medios que dan su apoyo a proyectos de amplia difusión, como el Teletón.

Crear una buena reputación ante clientes, proveedores y empleados, es vital para la permanencia de una empresa. Propiciarla por medio de la filantropía es una medida eficiente por que no solamente se consolida el posicionamiento corporativo, se obtiene un beneficio fiscal y como empresario se recibe la grata satisfacción de cumplir de un compromiso social; sino que también se propicia un acercamiento con nuevos consumidores potenciales, quienes reciben un mensaje con un contenido emocional diferente, que tiene un impacto mucho mayor que el de la publicidad tradicional.

Hay muchas otras formas de hacer Mercadotécnia Filantrópica y no se necesita ser una empresa grande para hacerla. Lo importante es que las personas se enteren de la labor social que la compañía realiza. Es cuestión de creatividad; y esa es la especialidad de los publicistas. Algunos buenos ejemplos son: los goles premiados con becas para la educación o con despensas alimenticias; los concursos patrocinados por empresas en los que personas famosas compiten para ganar premios por una institución benéfica; campañas en las que se invita a los empleados a donar una mínima cantidad de su nómina, la cual es multiplicada con la aportación de la empresa; eventos de recolección de jugetes nuevos entre el público, ..etc. Pero hasta una modesta alcancía en la caja de la farmacia o la tienda, habla de la calidad moral de una organización.

Los regalos de navidad o de cumpleaños que casi todas las empresas tienen que dar a sus clientes y proveedores importantes, son una excelente oportunidad. Es más fácil para una persona importante, olvidarse de un regalo que se confunde entre el montón de regalos que recibió, que olvidarse de una tarjeta en la que se le felicita y se le hace saber que en su honor se donó un cierto número de despensas alimenticias a personas que lo necesitan.

Hay que canalizar siempre los esfuerzos de Mercadotecnia Filantrópica a través de una institución seria y muy profesional. En este tipo de campañas, es básico que el público se entere de lo que se logró con el esfuerzo conjunto de la empresa y las personas que quisieron participar. Cuando se festeja a los clientes importantes, donando despensas o becas en su honor, no hay nada como la grata sensación de la persona cuando recibe la carta espontánea de un niño de la casa hogar, que le da las gracias y le regala un dibujo hecho por él mismo.

Ponte en contacto con nosotros si tienes interés en analizar la posibilidad de que tu empresa, tus empleados, tus clientes o tus proveedores, reciban también los beneficios de esta estrategia. Es una excelente forma de optimizar los esfuerzos de mercadotecnia de la empresa y al mismo tiempo tener la satisfacción de cumplir nuestro compromiso con la comunidad.